lunes, 22 de diciembre de 2008

TRES

Para los que leen y para los que ya adultos, se inician en la lectura.

Libro de lectura para uso de las escuelas nocturnas para trabajadores
Primer Grado
Comisión Editora Popular
DAPP, SEP

Portada

No podia faltar un libro de texto, aún en tiempo de vacaciones. Éste, primero de una serie tres, me fascina por varias razones. Está ilustrado por diferentes artistas que difieren en su calidad y tratamiento de la imagen (unos son mejores que otros) pero coinciden en algo fundamental: conservan el anonimato. Y digo fundamental porque en aquel tiempo de ideales importaba más extender la ideología, educar en las consignas, que forjar la firma. Los interiores de este primer libro están profusamente ilustrados con xilografias duras, cargadas de la fuerza de la estética de la vanguardia. Bien pueden ser de los estudiantes y profesores de las Escuelas al Aire Libre, de Gabriel Fernández Ledesma, en ese momento director de arte del DAPP (Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad), de Julio Prieto, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, ¿quién más? Para ellos no era importante, conservemos la duda.

La portada, de Julio Prieto, muestra un trabajador que lee; un obrero, como lo señala el martillo. La figura está mal construida, parece que al hombre se le desliza el cuello hacia el libro, como si fuera un muñeco articulado. Este texto señala la educación como la esperanza final:

Trabajador: Este libro es tu amigo.
Día a día verás que sus páginas te dirán cosas nuevas.
Te señalrá tus deberes y te enseñará a exigir tus derechos.

Piensa que la liberación de tu clase depende de lo que sepas.

Leelo con cariño.

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Las lecciones de lectura son pequeños y dirigidos poemas que lo son sin saberlo:

coco   caco   Cuca   capa   cama   oca
coco   caco   Cuca   capa   cama   oca
codo   loco   cota   canal   laca   cala
El coco.    La capa.    La casa.
Una casa.     Tu casa.
Una casa.     Tu casa.
Dame pan.   Dame casa.
Dame pan.   Dame casa.
No todos tenemos casa.
No todos tenemos pan.
Colima      Canadá      Colón

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Te dejo mis lecturas favoritas, pero cuidado: se trata de las más aguerridas, las que tienen más carga ideológica.


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10 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué maravilla de libro de texto.
Ahora inmersos en la ortografía sms se miran lejanos los tiempos románticos donde la caligrafía era importante.

Las ilustraciones me recuerdan a ese México comunista de closet.

Hasta dan ganas de volver a aprender lo ya olvidado.

Gracias Selva.

esteban grimi dijo...

No se por que me hizo acordar a la literatura de cordel brasilera.
La conoces?
mira:
http://www.ucm.es/info/especulo/numero30/cordelbr.html
http://www.ablc.com.br/historia/hist_cordel.htm

Martha, la de siempre dijo...

Querida Selva:
Este tercer obsequio tuyo de los 12 prometidos me encantó de muchas maneras... Los textos que seleccionaste y con los que también simpatizo y en los que sigo creyendo, la poesía como uno de los mejores caminos para enamorar a los adultos de las letras ajenas a ellos (Neruda hacía lecturas memorables a públicos así!), y entre otras cosas que ya te compartiré con un café, unas clases muy particulares a las que asistí de niña. Mi abuela, hoy de 87, fue maestra de adultos en el edificio de la SEP en el Centro, les daba matemáticas y sociales (era y es aguerrida), y siempre me maravilló que tuviese alumnos mucho mayores que ella y cómo agradecían lo que aprender a leer les revelaba a sus edades... GRACIAS!!

Selva Hernández dijo...

Bueno, ni tan closetero. Es justo la época de la educación socialista, cuando mis abuelos fueron obligados a dejar la primarias por temor de sus padres a "malas influencias" y también del terror cristero. Ya antes las políticas culturales de José Vasconcelos estaban inspiradas –y casi calcadas– en las de la URSS. La publicación no está fechada, pero es claro que es por aquellos ayeres.

Selva Hernández dijo...

Ay sí Esteban, me encantan, tengo un par de originales y tres libros sobre ellas. Claro que tienen qué ver. Por una parte se trata en ambos casos de xilografía, y claro, la técnica hermana estilísticamente. Con la xilografía es casi inevitable cuando se trata de manos inexpertas, los dos, de nuevo son ejemplos de grabado popular.

Selva Hernández dijo...

Martha chula, tomémonos ya ese café.

Anónimo dijo...

Lindísimo: manuescrito, doctrina, intención, todo en él susurra mejores tiempos.

Aurelio Asiain dijo...

A mí no me parece que la figura de la portada esté mal construida; al contrario: ese detalle de la cabeza que baja hacia el libro es el que le da fuerza al dibujo. Y tienes razón: ese México (aquí don Leo quiere decir el gobierno de México) no era comunista de closet; al revés, era mocho de closet, como fue siempre, hasta que a Fox se le ocurrió sacar el crucifijo.
Me gustó lo de los poemas que lo son sin querer. Dice mucho de cómo lees.

Selva Hernández dijo...

Tiempos dorados que jamás volverán, querida Itzia (Mercurio dixit).

Selva Hernández dijo...

A mí siempre me ha molestado un poco esa figura. El grabado es duro, muy cuadrado, parece un muñeco de madera, distante probablemente de un adulto que se inicia en la lectura (¿o será que no?). Para que la cabeza alcance esa posición el cuello tendría que salir el centro del pecho, sino fíjate en la distancia del cuello respecto de los hombros.

¿Verdad que son lindas esas lecturas? Parecen poemas visuales. Voy a buscar la referencia de uno que es especialmente parecido a este, a ver si lo logro, porque sólo tengo un vago recuerdo.

Gracias por tus comentarios, Aurelio.