lunes, 3 de noviembre de 2008

Viena en 1921


Para mi mamá, como celebración de su existencia.

Una mujer desnuda, que se imagina hermosa, acaricia los cuernos de un enorme demonio; éste, a su vez, hace un guiño suspicaz al que mira la estampa. Podríamos pensar en un observador ajeno, fisgón de libros, sorprendido de la escena al abrir un ejemplar y encontrar esta marca pegada. Pero no, lo más seguro es que este ex libris nunca se pegara en libro alguno. ¿Por qué?, te preguntarás, lector atento.

Se trata de una marca vienesa datada con gubia entre el monograma del artista en el extremo inferior derecho: 1921. No logré descifrar ni encontrar nada sobre la firma del artista (¿Hans Sachs?). Perteneció a una mujer, Rena Fränkel. Ella tuvo otro ex libris en 1912, nueve años antes: una bella escena de una mujer sentada ante la luna con un libro en las manos. De estética jugend, grabada por Heinrich Vogeler, una copia de este ex libris se conserva en el Museo Gutenberg, en Mainz.



Los ex libris comenzaron a coleccionarse en la segunda mitad del siglo XIX. En la época de Rena Fränkel ya existían coleccionistas que, olvidando el fin primero de estas estampas –marcar los ejemplares de una biblioteca como propiedad personal–, los usaban como pretexto para generar grabados en pequeño formato; su destino final era el intercambio en las reuniones de las sociedades de ex libristas. Se trata de la fórmula que sigue en uso para incrementar una colección.

Esta bella e inquietante calcografía pertenece a una serie de ex libris vieneses que un muy querido amigo me ha regalado en el transcurso de un par de años. Él los consiguió en Stöber Stube, una tienda anticuaria ubicada en la calles de Floriani Gasse, en el distrito universitario de Viena. El anticuario los heredó de su padre, coleccionista. Cada uno de los que tengo está montado en una cartulina gris; todos los montajes son del mismo tamaño, seguramente proceden de una o varias carpetas o cajas en la que estaban contenidos antes de desperdigarse y llegar hasta mis manos.

La imagen nos podría llevar a muchos lugares: se trata de una estampa vienesa de 1921, propiedad de una mujer, Rena Fränkel. Pero esta vez sólo iremos al lugar del coleccionista. Como guía de viaje, te dejo con mi sabio y querido amigo suizo Benoît Junod.

[Debo la idea de esta nota a los comentarios de Iván y Nell.]

6 comentarios:

Nell dijo...

Me hubiera gustado conocer a Rena Fränkel. Me parece inusual que una mujer en los años veinte haya tenido un ex libris con un demonio y una mujer desnuda.

El segundo me gusta mucho también, es muy dulce.

El link que pones es muy interesante. ¿En México se consiguen también ex libris en anticuarios o librerías?

¡Saludos!

Selva Hernández dijo...

Increíble Rena. Le tocó vivir un momento muy bueno en la "Capital Roja", aunque no sabemos qué le pasó después, Fränken es un apellido judío. Ojalá que haya tenido buen éxodo.

Hay que pensar que el primer ex libris es de 1912, un par de años antes de la Primera Guerra Mundial.
A mi no me extraña esta escena. El arte de este momento carece de prejuicios morales. Además estamos en la "Viena Roja", gobernada por socialistas en un momento de relativa paz, en la entreguerra. Ahí estaban, todos juntos, Freud, Wittgenstein, Einsten, Schoenberg, Schnitzler, Neurath... También era semillero de feministas, entre ellas la pintora, escritora Rosa Mayreder. Apabullante Viena en 1921.

Selva Hernández dijo...

Puedes conseguir ex libris en: Libería Bibliofilia, Donceles 75-B, Tel. 55 18 29 99, Librería Ático, Álvaro Obregón 118-B en la colonia Roma, Tel. 55 84 76 27 y en Plaza del Ángel (en la Zona Rosa) con los libreros Raúl Valdovinos y Alfonso Rivera. Te aconsejo llamar antes para que te atiendan los libreros personalmente.

Todo en la ciudad de México.

Unknown dijo...

Muy bonitos los dos, Selva!
Espero que el próximo semestre con la materia de técnicas de impresión (o algo asi) sigas transmitiéndome esa pasión por los ex libris y podamos hacer más!

Por lo pronto, saludos!

Maira

Selva Hernández dijo...

Gracias querida Maira, yo también ya quiero empezar el siguiente semestre. Extraño la clase práctica.

Nell dijo...

¡Muchas gracias por la información de las librerías!