miércoles, 9 de junio de 2010

Madera y papel


Existe cierta relación, intrínseca y fascinante, entre el papel y la madera: libros en libreros, las fibras de árbol con las que algunos papeles están hechos (papeles ácidos y amarillos del tiempo), el escritorio, la pluma, el papel. Y la xilografía, esa técnica del grabado, acaso la primera tecnología con la que el hombre empezó a realizar imágenes en serie.

En el librero de mi casa materna destinado a los libros especiales, uno me llamó la atención desde que tengo memoria: Incidentes melódicos del mundo irracional, de Juan de la Cabada, diseñado e ilustrado por Leopoldo Méndez. Pensaba yo que eran grabados en madera. No distinguí durante mucho tiempo, como suele suceder cuando no se tiene experiencia en la observación de la gráfica, el grabado en madera (xilografía) del grabado en linóleo o incluso del dibujo realizado a la manera de esgrafiado o scratch, donde una superficie negra es rayada con un punzón para producir líneas blancas en su interior. Esta confusión suele suceder por la similitud de las técnicas. Durante muchos años, mientras editábamos la revista Galera, dediqué parte de mi tiempo a la investigación de la ilustración y el diseño editorial mexicano de la primera mitad del siglo XX, tiempo en el que la xilografía resurgió como una propuesta estética para la ilustración de libros y la creación de diseños. El tema me resulta fascinante, por eso accedí de inmediato a la propuesta de escribir un ensayo que me hizo Iván W. Jiménez para la revista Ene-O.

Aquí puedes ver un extracto de la revista:


Aquí puedes leer el ensayo completo.

Y claro, si radicas en el defe y el tema te interesa, puedes asistir a la presentación de la revista. En ella no sólo se habla del pasado o de la xilografía, sino de diferentes artistas y creaciones donde se ocupan las técnicas de la estampa para la creación de mensajes visuales. Ah, y de esa cosa extraña a la que solemos nombrar identidad mexicana.


2 comentarios:

Jazmin velasco dijo...

Estaré en espíritu. Rayos. Odio perderme cosas así...

Odiseo en Puebla dijo...

Es por cosas así que detesto vivir en Puebla. Aquí, rara vez pasa algo interesante. Habrá que ver la manera de conseguirme el número. Saludos!