Que en realidad es último, penúltimo y antepenúltimo.
De repente, con mucho más frecuencia de la que me gustaría, llega un mail, un mensaje, un comentario, que me pregunta (y me pregunto) cuándo volveré a escribir en este lugar. La respuesta no la sé, lo que sí sé es que escribir aquí me llenó de comisiones para escribir y publicar en impresos (y qué gusto).
La semana pasada llegaron a mis manos tres publicaciones con cosas mías, casi al mismo tiempo.
La primera fue Ene O. Ensayo del diseño. Un artículo sobre la xilografía como estilo en el diseño mexicano. Un tema preferido. Iván W. Jiménez, su editor, me recuerda mucho a mí. Tal vez por andar en el absurdo quehacer de las revistas. Editar revistas en papel: cosa necesaria; tanto esfuerzo, sólo con juventud.
La segunda es Roven, Revue Critique sur le Dessin Contemporain. Su editora, Johana Carrier, me solicitó un ensayo breve sobre un grabado de José Guadalupe Posada. La revista me honra con permitirme participar. Es de contenidos excelentes; disfruté bastante su lectura. El original está publicado en francés, yo lo escribí en español.
La tercera, otra francesa, es Étapes. Design et Cultura Visuelle. El ensayo no es mío, sino la mayoría de los libros que lo ilustran. La investigación sobre la historia del diseño en México es de Leonardo Vázquez.
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No sé si vaya a ser mi última publicación. Tengo pendientes varias entregas desde el año pasado: sobre Julio Torri y editorial Cultura y poetas que también diseñan (ejemplos mexicanos, por supuesto). Los libros (hermosos) de Jaime Torres Bodet y los textos de Manuel Maples Arce. Algunos libros ilustrados de Dr. Atl es uno de los textos que preparé antes de dejar de escribir aquí; cien libros para la historia del diseño en México, mi idea más ambiciosa. La imprenta de Juan Pascoe y la biblioteca de Artemio Rodríguez los últimos textos que se me ocurrieron.
Cosas por escribir siempre hay. Si ésta es la última de mis publicaciones, tal vez mejor opte por la cuenta regresiva.
7 comentarios:
Qué envidia dedicarte a lo que te dedicas, y es de la buena.
Sería un pena que, ahora que encuentro tu blog por uno de los medios más fortuitos de la modernidad (Facebook), tú dejes de escribir. Tengo todo el fin de semana para devorar lo que has escrito, espero que no te importe. Saludos!
Afortunadamente no le creo al título de tu post.
Por favor, no queremos que sea tu último post. Ya casi no los vemos en FB. Pero ni modo, nos tendermos que conformar con elocuentes comentarios de menos de 140 caracteres en el twitter.
Te invito a nuestro blog, el Asilo de la Tristeza. /m/
http://alexanderstrauffon.blogspot.com
Te invito a nuestro blog, el Asilo de la Tristeza. /m/
http://alexanderstrauffon.blogspot.com
Hola Selva. Me tardé como una hora en dar con tu blog. Hace ya como 4 años que el mejor cronista de México, nuestro admirado Jaime Aviés en su columna Desfiladero tuvo a bien compartirnos la existencia de tu blog a los bibliómanos y me encantó el ver que compartíamos la pasión por los libros, su textura y olores... Después, mi computadora se reformateó y perdí tu rastro. Buscando y buscando con la palabra "pasión" por los libros, lo encuentro de nuevo, tu nombre que recordaba vagamente, Selva...sí creo que sí es! Lo reencuentro para preguntarte sobre algo que seguramente ya sabes, y si no, les aviso, y es sobre la recién aparecida Revista Bibliofilia,(van apenas en el N° 2) de Héctor Fernández y col. y quedé de localizar tu blog y pasárselo. Veo ahora que estás enfocada al diseño y ya casi despidiéndote del blog. ¡Uf!, al menos te alcancé y la vida es movimiento...
Te felicito y me felicito por haberte localizado a tiempo.
Bien esa es la historia que quiero compartirles.
La revista se ve esplendorosa y la pueden conseguir en la Librería Malitzin de M.A. de Quevedo y pronto en el Club de Lectura de las Auréolas, los sábados de 12 a 14 hrs en el Hijo del Cuervo.
Les dejo el link:
https://sites.google.com/site/revistadebibliofilia/
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