Para Esteban Grimi, que preguntó.
Contesto hoy a tu pregunta, tan compleja como recurrente: mi interés particular por alguna temática especial en los ex libris. Y aquí llego a un camino con dos vertientes: los ex libris que prefiero en mi colección y los que tengo y solicito para pegar en mis libros.
I.
EN MI COLECCIÓN
La verdad es que no tengo tema. Guardo todas las marcas de propiedad que llegan a mis manos: ex libris, pseudo ex libris y otras como sellos de tinta, de agua o aire, marcas de librerías y de encuadernaciones; ex libris buenos y malos; gigantes, grandes, tamaño promedio, pequeños y miniaturas (mis consentidos); antiguos, viejos, contemporáneos y recientes; mexicanos, no mexicanos; nuevos, usados; sueltos y adheridos al libro; manuscritos, dibujos originales, impresiones finas, offset, fotocopias… Todos.
Los guardo en hojas para archivar fotografías libres de ácido, y los ordeno en carpetas, según su país, en orden lexicográfico según el apellido del propietario. Nunca he tenido tiempo suficiente para concluir la tarea de ordenarlos; tengo un par de carpetas que crecen y crecen que se llaman “Por ordenar”; son las que más disfruto. Pocos son los ex libris que he comprado y menos los que he buscado: todos han llegado a mí. Tal vez no soy tan “coleccionista” después de todo…
Tengo temas que me interesan por algún motivo; como conservo todos, sólo les otorgo un lugar especial en mi corazón y en mi memoria para localizarlos rápidamente entre mis carpetas. Cuando tengo oportunidad de adquirir alguno mediante el intercambio, lo elijo. Algunos temas me entusiasman hasta que el interés se diluye, y entonces comienzo con otra serie; otros serán de mi interés permanente, o al menos eso creo ahora. Aquí la lista, que divido en temas ñoños (los que requieren de estudio e investigación), y temas gustosos (los que me simplemente alegran mi día), en el orden cronológico que me fueron interesando y las razones:
Los guardo en hojas para archivar fotografías libres de ácido, y los ordeno en carpetas, según su país, en orden lexicográfico según el apellido del propietario. Nunca he tenido tiempo suficiente para concluir la tarea de ordenarlos; tengo un par de carpetas que crecen y crecen que se llaman “Por ordenar”; son las que más disfruto. Pocos son los ex libris que he comprado y menos los que he buscado: todos han llegado a mí. Tal vez no soy tan “coleccionista” después de todo…
Tengo temas que me interesan por algún motivo; como conservo todos, sólo les otorgo un lugar especial en mi corazón y en mi memoria para localizarlos rápidamente entre mis carpetas. Cuando tengo oportunidad de adquirir alguno mediante el intercambio, lo elijo. Algunos temas me entusiasman hasta que el interés se diluye, y entonces comienzo con otra serie; otros serán de mi interés permanente, o al menos eso creo ahora. Aquí la lista, que divido en temas ñoños (los que requieren de estudio e investigación), y temas gustosos (los que me simplemente alegran mi día), en el orden cronológico que me fueron interesando y las razones:
LOS TEMAS ÑOÑOS
N. Piña, farmacéutico, ciudad de México, siglo XVIII
Todos los ex libris coloniales mexicanos.
¡Son tan pocos y tan interesantes!
Ex libris para Max Voloshin, xilografía de Diego Rivera, 1919.
Artistas mexicanos del siglo XX.
Ex libris de Genaro García, litografía, segunda mitad del siglo XIX
Historiadores y literatos mexicanos
(mejor si también fueron diplomáticos).
Una serie obvia. La diplomacia es por un encargo que tuve del Instituto Matías Romero
de la Secretaría de Relaciones Exteriores hace algunos años.
Ex libris de María A. Ponce, tipografía, segunda mitad del siglo XIX.
Rafael F. Muñoz, clisé, segundo tercio del siglo XX
Los que tienen lemas ingeniosos, inteligentes o graciosos.
Me divierten mucho, los menciono en cada conferencia.
Ex libris de Ballard High School, clisé primer tercio del siglo XX.
Bibliotecas Públicas.
Después de varias discusiones, preguntas y de mostrarle estos a algunos bibliotecarios, sigo sin entender por qué las bibliotecas mexicanas siguen prefiriendo sellos horrorosos a ex libris como marcas de propiedad.
Ex libris del presbítero José María Chávez, litografía, primer tercio del siglo XIX.
Tipográficos del siglo XIX.
Nunca los tomé en cuenta hasta que tuve el cuidado de estudiarlos con detalle: se trata de una completa historia visual de la tipografía mexicana. Muy interesante para quien los sabe ver,
bastante aburridos para quien no.
Ex libris de Daniel M. Vélez, litografía, tercer terco del siglo XIX.
El escudo nacional y otros temas patrios.
Temas de identidad que circularon en mi cabeza hasta hace algunos meses.
Ahora no me interesan tanto.
6 comentarios:
Que interesante todo lo que escribes Selva... Leyéndote, descubro que no aprovechamos en todo lo posible las reuniones mensuales de los domingos amparados por Mexlibris. Hoy te haría mejores preguntas y aprendería más: con tu blog lo hago. Un abrazo y gracias por todo!
Aquí estoy, querida amiga la de siempre, en toda la extensión de la palabra siempre, para lo responderte lo que quieras, si es que puedo...
un día tengo que ver esa colección completa..voy a ir apartando fecha en tu apretada agenda..
pd. aunque me gusta así de poco a poquito..se disfruta mucho!
Cuando quieras Fer, unas cuatro sesiones de tres horas cada una y la acabamos. sólo los lindos.
Selva, espero ansioso la segunda parte!!!!!!
¡Serán tres! Bueno, hoy dejé un adelanto.
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